Laboratorio de Aprendizajes entre Barichara y Montes de María
- María Cecilia Restrepo Hernández
- 15 abr
- 3 Min. de lectura

Del 11 al 13 de marzo, se tejió un puente vivo entre las montañas de Santander y los Montes de María. La Fundación Barichara Regenerativa, representada por la Fundación Cultural Ojo de Agua, viajó para encontrarse con la Fundación Chócoro Creativo, la Asociación Sembrando Semillas de Paz, el Espacio Regional de Construcción de Paz de Montes de María y líderes comunitarios del territorio. Un laboratorio de aprendizajes, impulsado por el movimiento nacional de fundaciones territoriales con el apoyo de TerritoriA como organización de soporte, hizo posible este encuentro.
Caminata en la Reserva Morrocoy: memoria del agua y del bosque
En la Reserva Morrocoy, los pasos compartidos guiaron un recorrido desde una de sus puertas hasta el pozo de agua que existió antes del conflicto. En el camino, se recolectaron semillas, se reconocieron árboles del Bosque Seco Tropical —ecosistema que une a ambos territorios— y se entrelazaron historias. La memoria del pozo, seco por la guerra, se convirtió en símbolo de una herida abierta que aún busca sanación.
Hacia una Escuela de Artes para Montes de María
En los diálogos entre líderes comunitarios resonaron las perspectivas de cuidado de los territorios con un enfoque en paz con la naturaleza. Se vislumbró la creación de una Escuela de Artes para Montes de María. Una escuela arraigada al territorio, que impulse narrativas de justicia poética y sane las relaciones entre los seres humanos, la naturaleza y las espiritualidades locales. Esta visión incluye las voces del agua, de los creadores del territorio y de las corporaciones autónomas regionales. La propuesta es que esta escuela sea itinerante y construida colectivamente. La Asociación Sembrando Paz y la Fundación Ojo de Agua continuarán tejiendo este sueño.
Cartografías vivas: el Mapa 4D de Actores
El primer día se abrió con un ejercicio sensible y creativo: la creación de un mapa 4D de actores del Montes de María en relación con la Reserva, usando metodologías propias del teatro y herramientas de escucha profunda. En la Casa de Tabla de la Reserva Morrocoy, campesinos, organizaciones públicas y privadas, y seres más que humanos ocuparon su lugar en esta escenografía viva del territorio.
Aprendizajes desde la Reserva Brasilar
En San Jacinto, la visita a la Reserva Brasilar dejó lecciones valiosas sobre organización comunitaria y cuidado colectivo. La experiencia mostró cómo, al unir predios vecinos como reservas campesinas y la creación de zonas comunes, se fortalecen las estrategias para proteger el territorio. Se aprendió sobre la convivencia en paz con los seres no humanos que habitan la reserva y el trabajo colaborativo para su permanencia, a través de la siembra de árboles frutales, de comida, la restricción del paso de ganado y el cuidado de las fuentes de agua.
Voces de La Pelona: memorias de resistencia y agua
En la vereda La Pelona, municipio de San Onofre, Sucre, el diálogo con la comunidad permitió escuchar sus narrativas de paz tras el desplazamiento forzado y el retorno de 12 familias. Allí se levantan hoy proyectos de cuidado del agua como ejes de restauración del vínculo con el territorio y la memoria. Narrar la guerra y narrar la paz se convierten en actos de sanación colectiva.
Intercambios que buscan germinar
De este encuentro entre ambas fundaciones territoriales -Fundación Barichara Regenerativa y la Fundación Chócoro Creativo- emergieron nuevas semillas: el diseño de un mapa de actores del Bosque Seco Tropical, la participación en el Festival de la Reconciliación en diciembre de 2025 con el documental ¿Paz, privilegio humano?, y los próximos pasos hacia la Escuela de Artes para Montes de María entre la Asociación Sembrando Paz y la Fundación Cultural Ojo de Agua.
Estos encuentros fueron mucho más que intercambios de información; fueron momentos de conexión profunda, donde las experiencias se entrelazaron, las semillas cambiaron de manos cargadas de intención, y los sueños compartidos florecieron con una fuerza renovada. La esperanza se fortaleció al sentirse parte de un movimiento colectivo, comprendiendo que la regeneración es un camino que se recorre en compañía.
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